Durante el pasado año, España exportó un total de 3,7 millones de toneladas de hortalizas, lo que supuso 3.640 millones de euros, de los que 44.954 toneladas y 372,4 millones de euros correspondieron a pepinos. Teniendo en cuenta que el sector esperaba un crecimiento para este año del 10 por ciento, lo que está dejando de ingresar por el miedo en Europa a la bacteria E. coli alcanza proporciones alarmantes para la ya castigada economía nacional. «Se están cancelando camiones que estaban listos para descargar», se lamentaba ayer, en declaraciones a ABC, el presidente de la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX), José María Pozancos.
Ante el destrozo que está produciendo la alarma alimentaria, aun antes de que los análisis resuelvan dónde cogieron los pepinos la maligna bacteria, España se plantea pedir compensaciones económicas a la UE.
Tras una reunión con los representantes hortofrutícolas, la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, aseguró ayer que nuestro país «no consentirá que se siga haciendo daño gratuitamente al sector».
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